24 de mayo de 2008

Mercadillo de Canden Town. Londres

Como ya sabéis, en enero de este año, nos fuimos las cuatro magníficas a Londres. Ahí dimos comienzo a lo que pensamos podría ser una serie de viajes, sin chicos.

Lo pasamos muy bien y quedamos en organizar un viaje cada año.
Esperemos que Amparito no se raje (como Jalisco).

Mirad qué monas están las tres. Falto yo, que fui quien hizo la foto.

Ese día comimos en un restaurante mejicano y nos pusimos hasta la bandera (que es más fino que hasta las trancas)... por eso ahora tengo que ir al psicópata.

Ya os contaré cómo va mi régimen.

Besos

4 comentarios:

JLM dijo...

Hola Margarita, vaya desastre de usuaria de blog que estás hecha... pero no te preocupes, no pasa nada, te seguiremos en este otro sitio. Espero que los demás se den cuenta pronto de tu cambio de dirección.

Respecto a los viajes sin chicos, mientras nos los podamos permitir (económicamnete) a mí me parecen perfectos... vosotras os divertís, y nosotros descansamos... ¿cuando es el próximo? El otro día, en el pueblo, comentábamos la posibilidad de que os fuéseis a marruecos, pero Angel (Toni va al siguiente) y yo pensamos que de eso nada (¿micromachismo?), que mejor a un pais de civilización occidental, donde llaméis menos la atención... que ya es dificil, dado la carne mortal de que estáis hechas...

Un beso,
Jose.

JotaCeEmeEfe dijo...

Hola Marga!
Ya he fichado tu nuevo blog!, pero el otro todavía está por ahí, aunque no puedas modificarlo.
¡Qué bien esto de los viajes sin hombres! A ver si los hombre somos capaces de organizar uno sin mujeres... Seguramente no, es que no podemos vivir sin vosotras !!!

Besos.
Jesús Carlos

pilar dijo...

Hola Marga, ya estás controlá. Lástima del rincón de los suspiros, lo hemos pasado muy bien en él. En fin...a rey muerto, rey puesto. Por cierto...A ver si me apunto yo a uno de vuestros viajes. Empezaré a ahorrar para irme con vosotras. Muy guapas las niñas. Besos de la pilli

JLM dijo...

Hombre JesúsCarlos, ahora que lo dices, podríamos hacer un viaje a la misma ciudad que ellas se vayan, para descansar, una semana después de venir ellas, es decir, a continuación, sin vernos siquiera en el aeropuerto, para que ellas siguieran disfrutando de nuestra ausencia, como nosotros disfrutaríamos de la suya...
Después podríamos hacer una joranda de reconciliación y rereconocimiento, para intercambiar los puntos de vista sobre la ciudad... sociológicamnete sería interesantísimo...